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domingo, 25 de enero de 2009

Mis comics negros. (7) La Escena del Crimen.


La Escena del Crimen se pubicó en E.E.U.U. el año 1999 de la mano del sello Vertigo y aquí llegó un año más tarde publicado por Norma Editorial. Sus autores Ed Brubaker al guión y Michael Lark a los dibujos (con la inestimable ayuda de Sean Philips entintando y James Sinclair coloreando) no eran autores muy conocidos en la escena del comic comercial americano del momento. Esta obra atrajo la atención de crítica y aficionados y presagió el reconocimiento que gozan en la actualidad.
La serie consta de una historia larga titulada A Little Piece of Goodnight (Un poquito de buenas noches) y una corta con título Dios y los Pecadores. Se supone que como la mayoría de obras publicadas en el sello Vertigo al principio se trataba de una serie larga pero desgraciadamente no continuó.

Jack Herriman, detective privado, recibe el encargo de encontrar a Maggie Jordan por parte de su hermana Alexandra. Aunque joven y con múltiples problemas personales, Jack es un buen detective y le resulta relativamente fácil encontrar a la chica desaparecida sin embargo esto no supone el final del caso ni mucho menos...
La habilidad de Brubaker para crear unos personajes verosímiles, problemáticos y heridos consigue que en muy pocas páginas conozcamos las debilidades y esperanzas de Jack, Maggie, Alex y que nos conmuevan sus desgracias de una manera muy especial. Otros personajes como el tio del detective Knut Herriman y su pareja Molly son el necesario contapunto a tanto personaje torturado. Knut es un fotógrafo de sucesos retirado y Molly regenta una tienda de libros criminales llamada como no: Scene of the crime. Jack vive en el piso de arriba de la tienda.

El trabajo de Michael Lark es de los mejores de su carrera. Lejos del estatismo actual se adapta al relato de manera ejemplar destacando en los primeros planos, sobre todo femeninos, donde consigue sacar toda la humanidad de sus personajes. El trabajo de Sinclair a los colores es también muy destacado y llena las páginas de una atmósfera densa y pesada que casi aplasta a los personajes.

Quiero destacar además la espléndida historia corta que se publicó a finales de 1998 en el recopilatorio Vertigo: Winter's edge #2 a modo de prólogo de la serie. Dios y los pecadores es un relato sencillo de sólo diez páginas escrito en primera persona, el narrador es Jack Herriman, en el que asistimos a un "milagro" que nos encogerá el corazón. Cuando los personajes heridos y atormentados son niños no hay escapatoria posible y mucho más si es Ed Brubaker quien nos lo cuenta. Una obra maestra del relato corto en comic.

En España La Escena del Crimen se ha publicado en una miniserie de dos prestigios y en el recopilatorio Vertigo: al filo de invierno, 2. En E.E.U. existe un álbum que recopila todo el material junto, no estaría de más que alguien se acordara de publicarlo aquí.

domingo, 18 de enero de 2009

Una cuestión de Justicia.

La idea se le ocurrió al dibujante Carlos Pacheco y lo recogió su amigo Rafael Marín en su blog Crisei. Luego muchos nos hemos sumado a esta iniciativa y creo que la cosa irá a más. La propuesta es sencilla pero contundente: hay que presentar la candidatura de Carlos Giménez al Premio Príncipe de Asturias de las Artes de este año. Y es que es de justicia ya que por su trayectoria y su obra pocos candidatos son más adecuados en el mundo de la cultura en general para presentarlos a la Fundación Príncipe de Asturias.

La carrera del autor madrileño, nacido en 1941, es muy conocida y destacan obras como Koolau el Leproso, Hom, Paracuellos, Los Profesionales, Sabor a Menta o Romances de Andar por Casa. Por si alguien no conoce bien su obra os recomiendo una visita a su web donde podéis encontrar numerosos ejemplos de sus trabajos.
Sería interesante que se sumaran a esta idea organismos e instituciones que gestionan, por ejemplo, el Saló del Comic de Barcelona, Viñetas desde el Atlántico de A Coruña, el Salón de Avilés, el de Madrid...
Vamos a ver si esto prospera ya que creo que puede ser la iniciativa más importante del comic español en este 2009 que acaba de empezar.

sábado, 17 de enero de 2009

Príncipe Valiente # 6. Una gozada.

Hoy sábado me ha llegado por correo el sexto volumen de la colección de El Príncipe Valiente en la edición de Manuel Caldas. En perfecto estado de revista y con algunos extras, la restauración que hace el editor portugués es inmejorable y por la tarde he disfrutado como un enano leyendo como los protagonistas llegan a América, les nace su hijo y Aleta se convierte en diosa. La colección está en su mejor momento y Hal Foster demuestra que fue uno de los tres o cuatro más grandes de la historia. Es una lástima que seamos tan pocos los que disfrutamos de esta edición restaurada en B/N de esta obra maestra.

martes, 6 de enero de 2009

Donald E. Westlake in memoriam. (1933-2008)


La semana pasada murió Donald Edwin Westlake un gran escritor de novela negra que me gustaba mucho aunque yo a quien prefería era a Richard Stark y esto no es una irreverencia.
Explica Antonio Rivas en una reseña en Bibliopolis, la revista digital, que cuando un tal J. Morgan Cunningham publicó la novela Comfort Station (1970) Westlake se encargó del prólogo y dejó escrito que: "... desearía haber escrito un libro como este", una de esas frases típicas de prólogo si no fuera porque Cunningham era uno de los varios pseudónimos de Westlake (como Richard Stark, Ben Christopher, Edwin West, Samuel Holt...) y que por lo tanto el bueno de Donald sí había escrito el libro.
Este humor travieso y zumbón es el que se gastaba Westlake en sus libros y en su vida.
Era el autor neoyorquino, nacido en Brooklyn en 1933, un escritor prolífico que conocía perfectamente los entresijos del mundo editorial americano y que por eso, sabiendo la desconfianza que tanto lectores como editores tienen con los artistas de producción abundante, utilizó durante su carrera estos pseudónimos y algunos más.
Sin embargo como Donald E. Westlake creó uno de sus personajes más conocidos John Dortmunder, un ladrón concienzudo pero con muy mala suerte que protagoniza una serie de novelas llenas de humor. La primera, Un diamante al rojo vivo/Hot rock (1970), contó con adaptación cinematográfica a cargo de Peter Yates con Robert Redford de protagonista.
Su otra gran serie tiene como protagonista a otro ladrón tan profesional como Dortmunder pero mucho más directo y violento; se trata de Parker y sus novelas van firmadas, estas sí, por Richard Stark. La primera de todas titulada The Hunter (1963) narra una historia de venganza que removerá los bajos fondos de Nueva York. También contó con adaptación cinematográfica y por dos veces: Point Blank/A quemarropa en 1967 dirigida por John Boorman y protagonizada por Lee Marvin en el papel de Parker y Payback (1999) con Mel Gibson de protagonista. Dentro de esta serie encontramos La luna de los asesinos/Butcher's moon (1973) una de sus mejores novelas y un ejemplo perfecto de novela negra de estilo hard-boiled.
También escribió con su nombre numerosas novelas sin protagonista fijo de las que yo destacaría tres: Killy (1963) centrada en el mundo de los sindicatos americanos, Policias y ladrones/Cops and robbers (1972) con dos policías de Nueva York como protagonistas y finalmente El gancho/The Hook (2000) donde Westlake nos adentra en los entresijos del "mundillo" literario americano y en el universo de los autores "hot".
Fue guionista de cine, autor de la novela Two Much (1975) que Fernando Trueba masacraría en su paso por Hollywood y autor de varias novelas de ciencia ficción, del oeste y paródicas.
La verdad es que ha muerto uno de los grandes, aunque yo siga lamentando más la muerte de Richard Stark, pero estoy seguro que Donald Edwin Westlake no se hubiera enfadado por eso. D.E.P.

domingo, 4 de enero de 2009

Mis comics negros. (6) Monster.

La serie negra es un género muy amplio y rico. Todos podemos reconocer una película o un comic negro: por estar protagonizados por un detective, un policía o un criminal o porque hablen de la corrupción policial, el maltrato en las prisiones o la decadencia y podredrumbre de las clases dominantes. Dentro de este género podemos encontrar subgéneros como el que trata de los asesinos en serie con películas como El Silencio de los Corderos o Seven, series de televisión como C.S.I. o novelas como las protagonizadas por el asesino Hannibal Lecter de Thomas Harris o el agente del F.B.I. Terry McCaleb de Michael Connelly.
Aunque parezca increible Monster de Naoki Urasawa tiene un poco de todo esto. Y es que esta historia de persecución sin fin entre Johan y Tenma es una road movie, una historia de un asesino en serie, un relato conspiranóico, una historia de denuncia y un thriller. Monster es un manga total y es una obra maestra absoluta.

Monster empieza como un manga de ambiente médico donde se nos presenta a un brillante cirujano japonés, Kenzo Tenma, que triunfa en un hospital privado de Düsseldorf unos años antes de la reunificación de las dos Alemanias. En el hospital conocerá a Johan Liebheart, un niño de doce años, al que salvará la vida en una delicada operación. Nueve años más tarde esta operación y sus innumerables repercusiones obligaran a Tenma a perseguir a un "monstruo" y a escapar de la ley acusado falsamente. Como un relato hitchcockniano de falso culpable, Monster relata la lucha del protagonista por demostrar su inocencia pero también para realizar una misión mucho más importante para él.
La fuerza extraordinaria de Monster es la increible variedad y riqueza de sus personajes secundarios; Urasawa utiliza el esquema de series como El Fugitivo o The Incredible Hulk para presentarnos historias paralelas y complementarias que enriquecen el relato principal y le dan mucho más valor a la lucha entre los dos protagonistas. Personajes como el doctor Schuhman, un médico rural que enseña a Tenma otra cara de la medicina, Eva la ex novia del cirujano japonés e hija del director del hospital donde trabajaba, Fritz Vardeman un abogado criminalista que espera un hijo o Richard Brown un detective privado ex policía, ex alcohólico que se acaba de separar o también una adolescente de 17 años médico ilegal en un barrio de inmigrantes o "Bebé" un mafioso sibarita y solitario o Hugo Benhart ex mercenario que tiene un campo de tiro y que vive con una niña vietnamita... pero yo me quedo con dos auténticos hallazgos, dos personajes inolvidables que son el inspector Lunge y el periodista free-lance Grimmer; con sólo estos dos secundarios Urasawa demuestra al mundo que sabe construir personajes a la altura del capitán Haddock en Tintín o Sir Gawain en El Príncipe Valiente.


Pero los auténticos protagonistas de este relato de terror físico y psicológico son los niños. Niños como Johan y Nina, los dos gemelos protagonistas y en parte víctimas de esta horrible historia (como reza el subtítulo) o los niños torturados, asustados, perdidos y abandonados como Dieter, Martin, Karl Neuman, los niños de la Casa de las Rosas o los de Kinderheim 511. Niños siempre en busca de cariño y de protección y que raramente lo encuentran en sus seres cercanos. El amor lo encuentran donde uno menos lo espera, normalmente en desconocidos, en personas que parecen haber perdido toda su humanidad y que de repente ofrecen una débil salvación a estas víctimas. Estos pequeños milagros llenan de emoción este relato lúcido y cruel y nos ofrecen un pequeño rescoldo de esperanza entre tanto sufrimiento.

Según Naoki Urasawa el auténtico monstruo podemos ser los adultos que aplastamos con nuestros demonios a cualquier ser inocente que se nos acerque. Monster es una crónica negra y maravillosamente tierna de este crimen a la humanidad.


jueves, 1 de enero de 2009